11 de diciembre de 2009

EN CLAVE DE HUMOR (I) : DEMANDAS ABSURDAS


Inicio hoy una nueva sección en Practica tu Derecho: “En clave de humor”. De vez en cuando, y sin perder el hilo de la temática de la web, intentaré reflejar anécdotas sobre el derecho o el mundo de las leyes y la justicia en general.

El diario “The Times”, que todos conoceréis, publica todos los años un artículo sobre “Demandas absurdas y ridículas”. He aquí las que he seleccionado como mis 7 favoritas (hay muchas):

1. En 2004, Timothy, de Wisconsin (USA), demandó a una compañía de televisión por haber hecho engordar a su esposa y transformar a sus hijos en “vagos zapperos”. “Creo que la razón por la que fumo y bebo a diario y por la que mi mujer sufre sobrepeso es porque vemos la televisión a diario desde hace 4 años”, explicó Timothy.

2. En 2004, Frank, un funcionario judicial de Nueva York, demandó a la ciudad por las heridas que sufrió tras estallar un váter en el que estaba sentado.

3. En 2005, una mujer brasileña demandó a su compañero sentimental porque no conseguía que ella llegara al orgasmo. La mujer, de 31 años, aseguró que su pareja, de 38, terminaba habitualmente las relaciones sexuales sin que ella hubiera logrado el orgasmo.

4. Ese mismo año, Pavel, un preso rumano condenado a 20 años de prisión por asesinato, demandó a Dios basándose en que, en su bautizo, firmó un contrato en el cual Dios se comprometía a mantenerle alejado de los problemas.

5. También en 2005, Marina Bai, astróloga rusa, demandó a la NASA por “interrumpir el equilibrio del universo”. Declaró que la sonda espacial Deep Impact, que debía impactar con un cometa a finales de ese año, era un “acto terrorista”.

6. En 2007, un padre de Zhengzhou (China), no pudo llamar a su hijo “@”, porque según las leyes chinas, todos los nombres deben poder ser traducidos al mandarín.

7. Y, por último, a mi juicio “la mejor”: Un ciudadano de California, que responsabiliza al ruido de los aviones del fracaso de su matrimonio, ha demandado al Aeropuerto de San Francisco a los tribunales. Pide 15 millones de dólares de indemnización y alega que: “cuando despegan los aviones suena como si cayeran bombas”. En la primavera del año 2003 se compraron, él y su mujer, una casa cerca del Aeropuerto: “El matrimonio comenzó a desmoronarse inmediatamente después de la mudanza”, sentenció el californiano.

¿Conocéis casos ridículos? ¿Os habéis visto envuelto en alguno de ellos alguna vez? Envíanos tu anécdota a practicatuderecho@gmail.com o deja un comentario en la web.

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